Llevaba tiempo con una especial curiosidad, ya lo tomamos en
casa y algunos familiares y amigos lo elaboran, empieza a ser algo normal, que
hasta a los niños les gusta, así que por qué no. Esta vez me apunté al Taller
de Sushi que la Chef Vanesa Reyes impartía en el Restaurante Las Dunas de
Mazagón.
Estaba en la agenda, la cita, un miércoles frío de febrero a
las siete de la tarde, después de una larga jornada, nada mejor que llegar a
esa salón cálido y minuciosamente preparado, para iniciar el primer
acercamiento con la elaboración y parafernalia de estos ricos y diferentes
manjares.
Un grupo de 14 personas, incluida nuestra Sushi Chef,
presidíamos nuestros puestos de trabajo en una amplia mesa. Unas presentaciones, rompemos el hielo y nos
ponemos manos a la obra. Vanesa desde el primer momento nos va dando pautas,
explicaciones, consejos y nos dirige en la interesante tarea del manejo
del "makisu" o esterilla, del "hocho" o el cuchillo, y así con cada uno de los utensilios.
Cómo colocar el "Nori" o alga en la tabla, cómo
cortarlo para conseguir el tamaño necesario, cómo manejar el arroz, cómo
distribuir los ingredientes y, cómo liarlos para conseguir nuestro primer
"Temaki", "Maki" o "Gunkan". Para algunos era
tarea fácil, para otros era el primer contacto y no resultaba tan sencillo.
Para el taller todos los ingredientes estaban listos y
preparados, pero algunos como el arroz, necesitaba de atención especial, para
ello nos fuimos todos a la cocina, para que nuestra Chef nos explicara con la
práctica como hacer el difícil ritual del lavado y cocción. Una técnica
laboriosa que requiere paciencia y experiencia. En ocasiones lo fácil se
convierte en lo más complicado, y en la elaboración del Sushi, nos quedó muy
claro, cuál era el principal protagonista, sin duda: el arroz.
Comienza la acción y cada uno a su tarea, mientras nuestra
Chef va dando pautas y revisando el trabajo uno por uno, Juan, nuestro anfitrión y responsable del
evento, no deja escapar ni un solo detalle. De esta forma no hay opción a
dudas o equivocaciones, pues todo se comenta entre risas, ingredientes, pruebas
y primeras elaboraciones.
La primera toma de contacto es más interesante de lo que uno
se espera, pues es algo totalmente diferente y nuevo. Los ingredientes, los
utensilios, los aromas, los sabores, los nombres... en una mesa todos los
productos se exhibían para consulta y uso, la bromas eran continuas, de cómo
teníamos que rellenar nuestras despensas, llegaba el momento de incluir éstos
en nuestra lista de la compra.
Llegaron los primeros makis, y cada uno escogía sus
preferencias, con salmón, con atún, con queso crema, con jengibre...
enrollarlos al compás de Vanesa, seguir el ritual del corte con esa gota de
agua que debe pasar por toda la cuchilla, esas divisiones en el corte limpio y
esas presentaciones al plato, y a degustar la primera creación de la noche. El
taller no había hecho más que empezar y
parecíamos todos unos expertos, probábamos nuestra creación y el del
compañero, comentábamos sabores y preferencias y aciertos en las combinaciones,
una explosión de sabor japonés, que nos invitaba a descubrir más.
En el ambiente distendido, seguíamos los pasos de
nuestra Chef para descubrir los temaki, cómo colocar los ingredientes, ese
toque de rúcula y esa forma original de envolver, fue la mejor sorpresa de la
noche, junto con un especial y rico descubrimiento, una salsa que a todos
cautivó. Cada uno dejaba volar su imaginación y su ingenio y cómo no sus
gustos, cada uno a su forma, y a cuál más rico y sorprendente.
Entre degustación y comentario un vasito de sakis y música japonesa de fondo, por un momento uno se olvida de la hora, del día, y del lugar. Concentración, atención y diversión todo a la vez, para aprender la técnica y los secretos básicos del Sushi.
Entre degustación y comentario un vasito de sakis y música japonesa de fondo, por un momento uno se olvida de la hora, del día, y del lugar. Concentración, atención y diversión todo a la vez, para aprender la técnica y los secretos básicos del Sushi.
Llegaba el momento de elaborar el último de la noche, y
llegó el turno del gunkan, diferente a los anteriores, y más fácil de maniobra,
ya todos estábamos más relajados, y sabíamos el manejo de cada ingrediente.
Otra sorpresa y otra exquisitez que deleitó nuestros paladares, de nuevo cada
uno le dio su toque particular, pudiendo así comprobar la versatilidad de estos
ricos manjares.
El resultado de este Taller de Sushi Nivel I , resultó ser
nivel 10. Una experiencia gourmet enriquecedora y muy completa. Una perfecta
puesta en escena en un clima agradable de aprender divirtiéndote. Una primera
toma de contacto y una clase magistral de cocina japonesa. Un homenaje al Sushi
y a todo lo que le rodea. Una forma diferente de ampliar y enriquecer nuestra
cultura gastronómica, una forma de hacer amigos y de pasar una velada
diferente, entre wasabi, bandejas de pescado crudo , rúcula y noveles cocineros
enamorados del Sushi.
Nuestro agradecimiento al Restaurante Las Dunas por poner en
marcha iniciativas como ésta, que sin duda, sabemos que no será la única.
Gracias a todos y ahora a seguir practicando.
Taller de Sushi. Nivel I por Vanesa Reyes
Restaurante Las Dunas Mazagón
Avenida Conquistadores, 178
Avenida Conquistadores, 178