Experiencia gourmet en el centro de Huelva, presentación y
cata de Juvé y Camps, acompañados de los platos de Juan. La cita en el local
"Puro Chup Chup" en calle Rábida número 6, a las nueve y media de la
noche de un miércoles.
Cuando uno entra en el local, respira ese aire fresco y
desenfadado que Fran y Juan aportan con naturalidad y estilo. Un edificio con
solera cuidadosamente restaurado y conservado. Recuerdos del pasado en bonitos
suelos hidráulicos y clásicas cristaleras de un patio, contrastan con modernas
sillas y decorado minimalista. Sus pinturas al fresco y sus pizarras repletas
de sugerencias, dan vida.
Las mesas estaban listas y en la cocina los fogones
funcionaban a todo ritmo, los comensales iban llegando y era el momento de
comenzar la cata. En el salón interior y sobre la pared blanca preparada una
proyección breve, que comenzó puntual, dándonos una visión general de los
viñedos de la casa Juvé y Camps, una vista de pájaro, de sus
instalaciones, de su historia y de sus 14 elaborados.
Damián dirigió la cata y
fue el encargado de ir explicándonos paso por paso cómo se elabora cada uno, su
proceso y cómo no, la forma de catarlo para identificarlo, reconocerlo,
saborearlo y disfrutarlo.
Todos atentos a sus explicaciones mientras con copa en mano
nos enseña cómo ver el color del primero de la noche. Un vino blanco de la
casa; "Gregal dËspiells". Interesante cómo hay que volcar la copa,
mejor sobre un fondo blanco, y así encontrar esa variedad de colores,
contrastes y brillos que Damián hace fácil. Llega el momento de oler,
sorprendente cómo sacar tantos aromas, tantos calificativos y tantos
ingredientes. En un resumen, éste era totalmente floral. Un sorbito y al
paladar, y ahí comienza la experiencia, mil explosiones de sabores, de texturas
y de contrastes.
Las copas estaban servidas, llegaba el primer plato, era el
momento de combinar. Exquisita elección,
fresca y sugerente.
Tres variedades de ostras, con pepino y lima, con caviar y
yuzu japonés y con manzana... destacaban los cítricos y la frescura, entre
todos comentábamos los contrastes y los gustos, pero todos coincidimos en el
acierto y la buena elección, seguíamos con el segundo.
Damián vuelve a su escenario, esta vez para presentar el
segundo de la noche, un "Cava Cinta Púrpura Reserva" con el mismo
orden de presentación; la vista, el
olfato y el gusto y siempre aportando indicaciones de interés, esta vez,
sorprendió su advertencia; nunca guardarlo tumbado en casa, el cava siempre en
vertical. Y tampoco se mueve la copa, ya que el propio gas carbónico lo mueve.
Esta vez el aroma protagonista era el de la fruta escarchada, manzana asada,
que viene a combinar perfectamente con un exquisito y bien presentado tartar de
pez de espada con gambones.
De nuevo
comentarios y explosiones de contrastes, que iban animando la velada, las
sorpresas iban "in crescendo" . Unos segundos de tertulia y continuamos.
Esta vez nos presentaba un "Cava Brut Rosé" de
color aframbuesado y con sabor a endrina, anís, frutas del bosque. Sorprendente
la combinación de olores y de sabores y cómo Damián dirigía una complicada cata
haciéndola amena y fácil. Comentarios sabios, sugerencias útiles y datos
curiosos, esta vez nos invitó a combinar este caldo con una rica barbacoa, y
así sorprender a nuestros invitados... lo haremos. Servían el siguiente plato,
un rico y cremoso puré de patatas, boniato, hígados y huevas de bacalao, frutos
secos...
Platos contundentes de presentación cuidada y de sabores miles.
Curiosamente le preguntábamos los nombres al joven Chef, y él nos confesaba que
no estaban bautizados. Si pedíamos saber los ingredientes, la lista siempre era
interminable o simplemente imposible de apuntar o de recordar. Lo que estaba
claro es que fuera lo que fuere, todo era nuevo, sorprendente, sabroso,
exquisito y original, y sutilmente escogido para combinar con cada uno de los
caldos.
Y para terminar, una cata y una velada inolvidable, quedaba
el punto dulce, que como no podía ser de otra forma lo cerraba un
"Sweet" suave y nada empalagoso que iría perfectamente acompañado de
un postre sorprendente de bizcocho sobre chocolate líquido y rociado de
mandarinas...
La sobremesa fue larga, mucho que comentar y mucho que
opinar. Nuestro maestro se despidió entre aplausos de agradecimiento, mientras
íbamos despidiéndonos de unos y de otros como en familia.
Una noche de aprendizaje, de experimentación, de
descubrimientos y de combinaciones gourmet.
Nuestro agradecimiento a Puro Chup Chup, por su apuesta a
ideas nuevas, recuerda que puedes pedir tu tapa y tu copa de cava. Nuestra
enhorabuena por ese concepto fresco, desenfadado, dinámico, innovador, con estilo
y de calidad. ¡Mucha suerte chicos!